El mundo y la sociedad no son lineales, pero preferimos procesos razonables y predecibles. Hay muchas salidas, pero solo deseamos la óptima. La verdad en la tierra nunca es un término absoluto, pero la buscamos de forma permanente. El futuro no puede anticiparse con certeza, pero queremos predecirlo con precisión. Hay muchas posibilidades de tomar decisiones exitosas, aunque buscamos desesperadamente la absolutamente correcta.